I.
Mis manos han manifestado descontento
Por miles de detalles que no tienen
Por ausencia de tu olor y sobretodo
Por lo que extrañan de tu piel
Aunque trate de entretenerlas en otra cosa
Cada otra cosa te recuerda a ti
Donde apunten, miren o toquen
Tu presencia ha estado presente
Semejante complejidad describen al dibujarte de memoria
Intentando reconocerte cuando vuelvas
Apresurándose a estar calmadas con tu contacto
Aun así mis manos han manifestado descontento
Por tenerte tan cerca y poder admirarte
Por querer escribir en tu piel aunque te hayas ido.
II.
El sentimiento es completamente increíble
No hay una sola parte de él que no lo haga indeseable.
Latidos sub nocturnos que brotan al pensar en el insaciable estadio de la mente
Permanentes intentos de supervivencia para un alma puril.
El sentimiento es auténticamente indescriptible
Existiendo solo en las zonas que lo mantienen
Deseables latidos descubiertos ahora
Con los tentáculos del alma
Prodigiosa esfera creada
De la nada a la totalidad
Perplejidad al solo poder tocarte con aire
Cual maldición que me haya dejado sin olfato
Manipulando nociones
Para hacer de sus principios objetivos
El sentimiento sigue siendo inexplorado
Conocido solo por los ases de tus prismas
Radiantes, monocromáticos, Atónitos.
III.
Como quisiera poder soportarme como habito para que no falle en la costumbre del sentimiento invasor, parásito, vida que sin tapujos tu alma ha convertido.
IV.
Cuantos silencios han de ser necesarios
Para poder decirte cada una de las palabras que siento
Cuantas miradas entrelazadas de ironía
Podrás entender para no confundirte cuando contestas
Tan solo soporto el tiempo
Por que suele pasar más rápido
Y eterno a tu lado
Por que de lo contrario ya hubiera terminado
Con el tiempo.
V.
Que será de mí
Si la vida
Se hace silencio
Si los ruidos
Fraternales
No existieran
La noche no iluminara
Casi el día
Estaría ausente
En los ruidos
Ajenos?
Capas sería
Acaso
De interrumpirlos?
O será que
Esta alucinación
En silencio
Esta cobrando su
Desperdiciada inversión?
VI.
No te buscaba
Aun así llegaste sin esperarte, sin amarte
Entre palabras, risas y pesares.
Y así no te buscaba,
Solo en los instantes celebres
En los momento furtivos
En los espacios compartidos
En amaneceres exquisitos
En lujosos soles
En exóticas lunas
Aun de esta forma no te buscaba
Ni quería verte;
Solo tocarte, olerte, sentirte cerca
Respirar, latir, palpitar y
No te buscaba
Apareciste
Como las sorpresas que se necesitan
En un de vez en cuando
Que se hizo continuo
Y se logro permanente.
No te buscaba para momentos de gloria,
Etéreos o inútiles.
En las plenitudes de los ojos
En los contactos escasos
Y en silencios casi eróticos
Y nunca tuve que buscarte
Aquí estas.
VII.
No hay definición para la realidad, diferente a aquella que ya nosotros creemos. No hay una realidad concreta sino realidades. No hay un punto de vista hay mundos.
Probar que la vida cotidiana de un genio, su sueño, su digestión, sus éxtasis, sus uñas, sus resfriados, su sangre, su vida y su muerte, son esencialmente diferentes a las del resto de la humanidad
¿Quién te crees?
VIII.
A mi lado
Aunque tan lejos
En una dimensión más allá
De mis capacidades
Pero tan próxima a mi entendimiento
Permaneces atenta a mis hechos
Y precavida a mis inseguridades
Te veo tranquila,
A veces somnolienta
E incluso aburrida
Pero presente
Instante a instante en mis sueños
Mis realidades, mis roces
Y me miras
Para calmar mis ansias tenues
Incipientes.
Me tocas para sosegar
Mi espíritu y mantenerlo todo
Unido al tuyo
En lo etéreo e infinito
En la emancipación de mi alma
En la mezcla perfecta de ésta
Con la tuya.
IX.
Te vas
Y te llevas mis ausencias restringidas
Mis dolores abiertos por tu aroma
Mis sentidos en liberación de tu esencia.
Te vas
Con la más solemne calma
Como un desterrado,
Complacido.
Te vas
Ausente de tu ser sin pensar en el mío.
Te vas
Donde de querer
Podría alcanzarte
Mas mi dolor todavía
Me tiene vagabunda
Te vas
De mí con previo aviso
Y mucha notificación,
Aun así no me he dado por enterada.
Te vas
Y quiero que lo hagas.
De mi todo lo tienes y tendrás
Pues no hay nadie quien reciba
Lo que tú ya has usado.
Te vas
Y así lo permito
Para que de tu libertad
Se alimente mi espíritu
Y de tu soledad se llene
Todo mi espacio.
X.
Saberte despierta y tormentosa,
Ha atrapado la necesidad de verte.
Aun cuando pérdidas,
Sólo ha traído tu recuerdo.
Atractivos sentimientos
Cautivados por tu olvido.
De tenerte y no tenerte
Moribunda, taciturna, alarmante.
En espera misteriosa,
Bajo tenacidades, oculta.
Disfruto mirar de cerca tu locura
Y palpitar al agitar descontrolado de tus látigos.
Has hecho tuyas las lágrimas ajenas
Atraídas por el desierto desolado de unos ojos solitarios.
Esperas sospechosa
La llegada de tu alivio.
Susurro de instantes
Batallados de memorias.
Ausente la esperanza de la luz que comprendes,
Solo llegará cuando abras.
Cerraduras competentes,
Por descuido desgraciadas,
Que memorizan sin alterar tu sentido
Para hacerte recordar, insensata,
La timidez del primer tiempo.
Hasta entonces permití
Tú complaciente tortura.
Cambiando la aterrada condena de un ser sumiso,
Sopeso de tu engaño.
Desde entonces te conocí convaleciente,
Oculta, tras paredes movedizas,
Que sin cesar agitaban el filo de tus pestañas.
Alivio rotundo al partir de tu costado.
Saltando doloroso el primer camino,
Oscuro, cobarde donde me sostenías
Restringiendo albedrío con sangre.
Salí al respiro de mi alma.
Lejana te vez cuando aun me dueles.
Sostuviste en tus manos el almíbar de mi puerta.
Irrumpiste egoísta mi fidelidad con tus uniones extravagantes de sonidos.
XI.
Puedo empezar a escribirte
Con tanto frío esta noche.
Tú te vas borrando con cada palabra
Que dejo descrita.
Como contarme que te has ido
Sin sentir dolor de mis palabras
Y si tenerme miedo.
Aunque tu ausencia sea pasajera,
Sabes bien que prometí encontrarte,
Como haces para que me duela.
Se han reventado las cañerías de tus ojos
Con el pasar de mis manos manchadas por tu piel.
Mis vidrios ya no te reflejan,
No te ven.
Compartimos tantos pesares y tantas dichas,
Que mejor dejarlas calladas para evitar revivirlas.
Quiero revivirte a ti.
Quiero forzar las palabras hasta hallar tu oído.
Y dueles en el pelo,
Dueles en la felicidad,
Dueles en el alma,
Dueles en mí,
Me estallas
Y no te das cuenta.
No quiero recordarte jamás,
No quiero morir tan seguido.
Me estoy cansando de revivir cada uno de tus pasos
Y no darme cuenta que ya te has ido.
Te encuentro escasamente
En los lugares que dijiste dejarías.
Que mentiras me has hecho conservar
Si en ninguno de esos sitios estas ahora.
Te ahogaste con mi llanto
En la profundidad de una madre egoísta
Que te ha hecho volver a ella
Sin dejarme un poco de tu ceniza.
Me llenas de ira con tu huida, cobarde.
Me dejaste en lo más alto para que cayese.
Acaso no pensaste en mí cuando decidiste irte.
Me cortaste el aire sin avisarme,
Y aunque me trates de convencer que lo hacías,
fue un engaño te me fuiste.
Me dolerás cada día como la rabia de una impotencia que no merezco.
XII.
Sonríes
Y me divierto.
Sabiéndote inocente, te sonrojas, me sonrojo
Evito verte de nuevo
Por que se que sonreirás
Y se hará eterno este
Rojo de mi piel ante
La luz de tu boca,
Que inocente me esta hablando
A la vez que me hechiza.
No eras inocente
Antes cuando era yo
Quien trataba de sonreírte
Cuando tus líneas aun provocaban daño
Cuando tus palabras estaban
Vacías de merito.
Has levantado tu voz
Con tanta dulzura
Que pensé esquivar
Tu palabras pero su
Sonoridad ha sido profunda
Tanto que me han
Ahuyentado el alma
XIII.
Cuantas veces toque tu esplendor
Tanto como lo sentía antes
De sentir.
Como presentir la ansiedad de lo deseado
Brillaba desde lejos la fortaleza de tu ser.
Distante calor que ahogaba
Mi cuerpo, engordaba el aire
Cuchillaba mi pecho, temblaba.
Frió de tu ausencia
Satisfecho por tan solo el roce
Negado insaciable
Tantas veces fueron
Me cuesta, como latigarme con
Solo pensarlo,
Como romperme en calor
Con la víspera de tu encuentro.
Como ser y no ser
Como una perforación a quemarropa
Calentaste la profundidad
Hasta volverla infinita
Hasta que el brillo dolía
Hasta que moría de nuevo
Dejaste en mí la marca de tu locura
Rayaste hasta mi alma
Hiciste notorio el llanto
Doloroso aceptarlo
Obligaste a olvidarme de mi
Y no es engaño
Que aunque quiera partir
No puedo moverme
Ya todo lo has deshecho
Ya nada me ha quedado
Que hermosa destrucción
Que sublime forma de partir.
XIV.
Desde que te conocí
Cambió el ritmo de mi danza
El color frívolo de mi carne
Se torno radiante con tu mirada
La cruel sonrisa
De los llantos contenidos
Se ha transformado en la estéticas felicidades consumidas
Llegaste para arrastrarme fuera de mi
Y reclamarme ajena
Tomaste y araste terrenos explorados sin éxito.
Para izar tu bandera haciendo de mis heridas tu territorio
Susurras los que sientes
Cada vez que pasas
Para llamar mi distraída atención
Perdida en tu belleza
Dañaste mi sentido común con tu sentirte permanente
Ha pasado el tiempo
Penante de tu presencia
Tanta felicidad no es cierta mientras sigas
Atracando en momentos inoportunos.
Te buscas como conocerme sin tenerme presente, reconociendo
Señales que ni o había descubierto.
Has hecho que el tiempo pase
Para extrañarte con la arritmia de mi palpitar
Desnaturalizado, estresando las paredes con tus palmas.
Todo esta marcado por ti para permanecer tuyo
Cuanto odio tener que aceptar sin negarme
A los tan deseado y extrañado.
Soy perpetua parte de ti en la ausencia de mi propia alma.
xv.
tengo tu presencia en un estado permanente
acosador e irresistible, perturbante, alusinante y alusivo a mi.
Soporte el estado inherente de no tenerte
Aunque me cueste muchisimo digerir el olor amargo de tu ausecia.
Has tenido mi proximidad en el filo de tu cuerpo
Y no lo has hecho memoria ni seguido mucho menos cromprensible.
Moriste con la simplicidad de tus lineas
Aunque sostienes ardiente la tranquilidad de mis llantos
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